La Conmebol determinó este jueves que Universidad de Chile prosiga en la Copa Sudamericana al declarar finalizado el partido de vuelta contra Independiente en Buenos Aires, tras incidentes que obligaron a suspender el encuentro. En la primera instancia, el conjunto chileno se había impuesto 1 a 0 y empataba 1-1 en territorio argentino cuando se desató el episodio de violencia entre hinchas. Ante ello, la entidad optó por hacer al club azul el beneficiario de la decisión. Por otro lado, el club argentino expresó su descontento en redes sociales, asegurando que “perdió el fútbol, ganaron los violentos”, acompañando su mensaje con la imagen de una camiseta manchada de rojo. Además, se acusó a la hinchada de Universidad de Chile de desencadenar disturbios en el estadio Libertadores de América, lo que generó 22 heridos y provocó la detención de más de 100 personas, mayoritariamente chilenos. Michael Clark, presidente del club azul, valoró la resolución afirmando que “se ha hecho justicia”, si bien lamentó la sanción que impone jugar siete partidos internacionales sin público como local. En un comunicado difundido a través del canal oficial de la institución, señaló: “No podemos estar tranquilos con esta medida, pero corresponde que se nos dé como ganadores tras un episodio de violencia que, afortunadamente, no acabó en tragedia”. Con la decisión ya confirmada, Universidad de Chile se medirá a Alianza Lima en los cuartos de final; el primer encuentro se jugará el 18 de septiembre en Perú, mientras que la revancha está prevista para el 25 del mismo mes en un recinto por definir, ya que el Estadio Nacional estará ocupado por el Mundial Sub-20, siendo Coquimbo el escenario más probable para la definición del clasificado a semifinales.
Autor: Jorge Rojas