Durante esta temporada, la Supercopa se ha convertido en un problema recurrente para la ANFP. Desde que se confirmó la participación de Colo Colo, como campeón de la Liga 2024, y de Universidad de Chile, tras ganar la Copa Chile del año anterior, el evento ha enfrentado dificultades para su realización. Hasta ahora, ninguna de las partes había puesto en consideración la posibilidad de negarse a disputar el encuentro. Sin embargo, esta semana los azules están evaluando alternativas ante la eventual decisión de la Conmebol de otorgarles el pase a los cuartos de final de la Copa Sudamericana, luego de los incidentes en Avellaneda.
Una de las propuestas sobre la mesa es presentar un equipo de jugadores juveniles contra Colo Colo en el estadio Santa Laura, como medida para preservar la integridad de sus titulares en vista del inminente partido contra Alianza Lima en Perú, previsto para el 18 del presente mes. El retorno a Santiago se programaría para el jueves 25, lo que dejaría escaso tiempo de preparación y recuperación para la escuadra.
Por otra parte, la ANFP y TNT Sports observan con cautela el creciente ruido de la Universidad de Chile en torno al formato del encuentro, cuyas entradas ya están en circulación. La preocupación se intensifica ante la posibilidad de que la sociedad comandada por Michael Clark intente reprogramar la fecha del partido, lo cual, según los responsables en Quilín, resulta inviable. Además de las razones deportivas, reglamentarias y logísticas, el ente rector destaca la encrucijada económica: los clubes se encuentran en negociaciones con TNT Sports por el pago de 34 mil millones de pesos, suma que se reconoció en un fallo del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Santiago y ratificado por la Corte de Apelaciones en agosto.
Desde La Cisterna se ha señalado que, de verse obligados a enfrentar a Colo Colo con una plantilla formada por juveniles, incluso tras obtener un resultado favorable en los escritorios de la Conmebol, se trataría de evitar el riesgo en el partido de vuelta contra los incaicos. La ANFP advierte además que esta decisión sería malinterpretada por TNT Sports, la empresa encargada de los derechos de transmisión del fútbol chileno, marcando así un nuevo y complejo capítulo en la historia de una Supercopa que debió disputarse hace meses.
Autor: Iñigo Socías