El recorrido del conjunto chileno por Rusia no pasó desapercibido, ya que antes del enfrentamiento se comentaba la calidad del rival que se enfrentarían, situación que se confirmó con la victoria 2-0 sobre el equipo dirigido por Nicolás en Sochi. La escuadra euroasiática, apartada de competiciones oficiales desde hace tiempo y sancionada por motivos extradeportivos tras la decisión rusa de invadir Ucrania en febrero de 2022, se vio obligada a reconfigurar sus encuentros para mantener activa a su selección. La FIFA y la UEFA expulsaron a Rusia de todas sus competiciones, tanto a nivel de selecciones como de clubes, lo que llevó a la Unión de Fútbol de Rusia a ampliar el espectro de rivales, organizando partidos amistosos contra equipos de Asia, África y Latinoamérica. Entre estos oponentes se han contado selecciones tradicionales de menor renombre, como algunos equipos de la Concacaf (por ejemplo, Cuba y Granada) y también naciones asiáticas como Irán, Qatar y Jordania; incluso Bolivia, a la que se impuso 3-0 en octubre pasado, formó parte de esta estrategia.
En este contexto, el técnico Valery Karpin demandó un nivel más alto de exigencia para cerrar el año, lo que impulsó a las autoridades locales a programar encuentros amistosos con las selecciones de Chile y Perú en noviembre. El exseleccionado ruso Alexander Mostovoy ironizó en agosto acerca de la calidad de los rivales, subrayando la diferencia entre jugar contra equipos formados con sus titulares o con jugadores menos reconocidos.
El paso de los equipos sudamericanos supuso un reto mayor para la dirigencia de Karpin. Con la escuadra enfrentándose a los incaicos, el resultado fue un empate de 1-1, definido en parte por un error notorio en la actuación del arquero peruano Pedro Gallese. Frente a la Roja, los rusos no lograron imponerse, viéndose superados en el marcador por un 2-0, lo que truncó una racha de 18 partidos sin derrotas, poniendo en entredicho la competitividad del equipo local.
La derrota sigue resonando en el país más extenso del mundo, como lo evidenció el exentrenador ruso Nikolai Pisarev, quien manifestó: “Le agradezco a la federación haber convocado a rivales como Chile y Perú, ya que nos pusieron a prueba y, a pesar de lo positivo de jugar más encuentros, estos juegos dejaron al descubierto numerosos problemas”.
Autor: Jorge Rojas